Una de las preguntas que más me he hecho en la vida es ¿qué es el éxito?
Cada uno tiene una concepción distinta sobre este tema que es extenso, porque es una respuesta tan personal y al tiempo subjetiva que sinceramente no sabría cómo responderla si no fuera desde mi corazón. No pretendo imponer mi idea personal sobre qué es el éxito, solo quiero compartir un atado de pensamientos sobre los que he reflexionado desde hace algún tiempo.
Por culpa de la sociedad, hay estereotipos que como humanos debemos cumplir para que ante los ojos de los demás seamos considerados como personas de éxito. La belleza física, la fama y la popularidad, un trabajo, una familia perfecta, el dinero, la posición social… Es una lista interminable de aparente éxito, pero me hace preguntarme: ¿por qué hay personas que en apariencia tienen todo, pero no son felices?, y ahí es donde entiendo que el éxito no tiene que ver con lograr ese listado eterno, sino con nuestro sentir personal sobre él mismo, y sobre lo que queremos hacer con nuestra vida.
En este afán de conseguir el “éxito”, hay personas que han perdido su salud, se han quedado solos, han tenido depresión, o simplemente no son felices. Más de una vez como astróloga, escuché decir a pacientes que no se sentían felices con sus vidas y no sabían cómo cambiarlas. Yo misma me sentí de igual forma, inmersa en una realidad de aparente éxito, pero sin sentirme plena, cumpliéndole a los demás, viviendo con ansiedad y estrés de forma cotidiana. Fueron necesarios de un par de golpes de la vida y el nacimiento de mi hijo “D” para entender finalmente que en la vida lo que nos hace felices, es lo que nos hace exitosos.
Para mí, el éxito es no querer cumplirle las expectativas a nadie y no sentirme obligada a hacerlo; hacer lo que quiero y me sale del alma, escribir cada día, hablar sobre lo que me gusta, escucharme atentamente. Poder gastar mi tiempo en lo que quiero, viajar a lugares nuevos y sentirme perdida para encontrarme. Es poder criar a mi hijo como yo quiero sin permitir intromisiones de nadie, tener como esposo a mi mejor amigo, venir de una familia que me ama y me apoya sin condiciones, tener amigas como las mías, entre tantas ideas que se me ocurren.
No sé si el éxito sea lo mismo para otras personas, pero me siento plena de poder vivir bajo mis leyes y sin darle explicaciones a nadie.
Nunca va a estar mal ser ambicioso y tener mucho dinero (aún soy una millonaria que está buscando su fortuna). Ni va a estar mal querer tener belleza física ni ser una persona reconocida en el ámbito profesional; tampoco está mal querer una vida tradicional y estable. Todo es posible y cada cual mide el éxito desde sus necesidades.
Todavía tengo estrés y ansiedad, no lo voy a negar, y sé que hay cosas que debo cambiar y mejorar no, pero he hecho un esfuerzo por ser coherente con quien soy, mis pensamientos y mis emociones. Yo vine a vivir esta vida a mi manera, porque es solo mía y la responsabilidad y el compromiso es únicamente conmigo.
Espero llegar a la cita con el barquero con muchas experiencias y anécdotas, con muchos sellos en mi pasaporte, con mi conciencia en paz y sintiéndome orgullosa de la persona en la que me convertí.
Imperitura.
Algunos derechos reservados
Comments