La Fuerza es el impulso vital necesario para lograr todo lo que deseamos conseguir en la vida. Solo con inteligencia, la astucia y la sagacidad es posible dominar los impulsos internos que nos alejan de nuestros propósitos. La fuerza física, la mental y en especial la espiritual, son la enseñanza más importante que nos regala de esta carta.
En el subconsciente habitan los instintos primitivos que llevamos dentro; los que nos hacen reaccionar de forma inmediata y espontánea. Estos mismos son la naturaleza animal del ser humano, representados por un león. Los instintos únicamente pueden ser dominados por lo que tenemos adentro, nuestras propias habilidades. De nada valen las herramientas externas ni los atajos, ni mucho menos la fuerza bruta.
En la etapa inicial de La Fuerza, el león es salvaje, indomable, pensando primero en sí mismo buscando asegurar siempre su bienestar por encima del de los demás; pretende que el mundo gire a su alrededor, con una fuerte tendencia a creer que tiene la razón en cualquier circunstancia. Aquí se encuentra el ego inconsciente e irresponsable.
Cuando se domina este ego, es posible pasar a la segunda etapa de esta carta. Para esto se debe tener una especie de transformación, integrar la parte animal al hacerla útil y ponerla al servicio de la inteligencia, logrando que la Fuerza sea expresada por el humano y no por la bestia. Al conquistar al león, se conservan los instintos vitales y creativos poniéndolos al servicio de la mente y del espíritu. Con esta dirección, se encuentra la valentía, la fortaleza y la disciplina para lograr todo lo que deseamos.
En el aspecto negativo, esta carta induce a la manipulación de los demás por la que se consiguen los objetivos, con egoísmo y egocentrismo. También podría llegar indicar una falta de identidad al no tener pasión, y y al no conseguir el fuego de la fuerza del alma.
Representa que hay un intento para forzar los cambios, mostrando impaciencia y un poco de tiranía. Únicamente al entender que nada se puede precipitar y que cada situación se da en el momento adecuado, todo toma el rumbo correcto y se llega a la consecución de las metas personales.
Este arcano regala la oportunidad de conectar con la fuerza interior y exterior representada en la confianza dentro de cada uno; es esa certeza de que todo estará en el correcto orden. No se permiten las dudas ni las inseguridades, porque las situaciones se encausan por medio de la perseverancia, la inteligencia y el talento. Si llegaran a existir incertidumbres, la carta de La Fuerza entrega la confianza que las combate.
Este arcano simboliza que hay la firmeza para conseguir lo que nos propongamos por medio de la perseverancia, la astucia y la disciplina.
En el camino, El Loco aprende a dominar al león que lleva adentro, para entender que por medio de la fuerza bruta no logra nada. Solamente con valentía, inteligencia y el dominio de sus instintos consigue la confianza en sí mismo para atravesar el camino del viaje, conectado con la fuerza que habita en él.
Imperitura.
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