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Foto del escritorImperitura

Tarot desde mi cristal: La Templanza

Actualizado: 17 jun 2022

El saber fluir es un arte que nos ayuda a entender que cada situación es como es y que en realidad no tenemos el control sobre casi nada, aunque creamos lo contrario. Muchas veces no es fácil aceptar la poca posibilidad de maniobra que tenemos ante la vida, pero la Templanza nos facilita la comprensión del saber dejar ser.


Cuando aceptamos recorrer el camino sin quererlo controlar, solo encontramos cosas positivas, porque hasta en lo que puede sentirse como algo malo, también existe lo bueno. Para esto es clave que mantengamos el equilibrio emocional que nos propone este arcano.


Con esta carta revisamos los sentimientos, y no las emociones, que por lo general son viscerales y muy fuertes. Mientras que las segundas se mantienen por largo tiempo en nuestro interior, los sentimientos fluyen de acuerdo a las situaciones, además de que están en constante cambio y movimiento. Se deben saber llevar, para no vernos empujados por nuestras emociones a situaciones desfavorables.


La Templanza es una invitación a vivir en armonía. Este arcano regala la capacidad para unir los opuestos al tender puentes conciliatorios ante cualquier situación. Al saber adaptarnos a cada instante, logramos captar que aunque hay momentos positivos como negativos, dejándonos llevar por el flujo constante de la vida, nos permitimos vivir en el aquí y el ahora.


Cuando sale en una lectura, también puede representar el comienzo de una etapa de madurez personal. Es un momento de autoevaluación, en donde la búsqueda espiritual simboliza la vía correcta de crecimiento del alma.

Cuando sale la Templanza, hay una certeza de que las decisiones tomadas son las adecuadas, ya que vienen en equilibrio y comunión consigo mismo. Señala también, que se debe ser paciente y buscar el momento adecuado, por lo que nada se presenta de forma arbitraria y fuerte. No hay lugar al afán, por lo que nos permitimos que las cosas sean como son y no como esperamos, a su propio ritmo.


Si ya hemos entendido la lección de este arcano, sabremos movernos como peces en el agua en cualquier situación, por lo que todo lo estancado en nuestra vida tenderá a impulsarse de manera armónica y feliz. También refleja una posición nítida y correcta a cerca del futuro, lo que queremos lograr, y aunque no sea muy claro, se empieza a preparar la ruta para la concreción de los sueños y planes.


Al aprender a fluir y a dejarnos llevar por el camino de la vida, todos los resultados serán positivos; esto significa que hemos aprendido a vivir en paciencia. Al manejar un equilibrio emocional y sabiendo llevar de la mejor manera las situaciones difíciles, el alma aprende el camino del medio para también disfrutar de los buenos momentos. Solo con paz interior podemos crecer y fluir en amor, y así mejorar la vida


Hay que recordar que en lo único que de cierta manera poseemos control, es sobre como manejamos nuestros sentimientos para darle un uso correcto a la emocionalidad. También tenemos el poder sobre como nos dejamos afectar por las situaciones o las personas, por lo que estamos obligados a ser la mejor compañía para nosotros mismos. Nadie puede robarnos la paz si no lo permitimos, así que es nuestra responsabilidad tener el alma y el cuerpo en tranquilidad.


La Templanza, una carta netamente femenina, viene con un mensaje muy puntual: hay que fluir como el agua del río, utilizando su fuerza natural para llegar a donde nos corresponde, y así aprender lo necesario para trascender.


Imperitura.


Foto de Ian Turnell en Pexels


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