En mi entrada “Tarot desde mi cristal” escribí que iba a hablar desde mi percepción sobre cada una de las cartas de tarot. El primer turno es para El Loco, una carta por la que siento mucho amor, ya que me ha ayudado a entender mi camino para asimilar mi viaje interno y personal.
Los 22 arcanos mayores cuentan el viaje del Loco, la primera y la última carta del tarot. Todo empieza y termina con él, y con cada nuevo comienzo hay un nuevo final. En apariencia, El Loco va perdido, sin un rumbo fijo, es como si quisiera iniciar el viaje solo por iniciarlo. Es audaz y temerario, aunque no cuenta con plan. Solo pretende ir a donde lo lleva el camino de la vida, para irse sin retorno o en el momento menos esperado, regresar al inicio. Es un inmaduro, un poco despreocupado de su realidad, con la capacidad de resolver los problemas cotidianos con sentido común mas que con inteligencia, y al tiempo como un perro que se persigue la cola, se pierde en los recovecos de su mente.
Goza de una gran entusiasmo y deseo por vivir, y con alegría va transitando el camino de la vida, sin detenerse a pensar en las consecuencias, en los obstáculos y en los peligros en los que pueda incurrir. Su inocencia es tan grande que sin malicia se aventura a recorrer las sendas más altas y profundas del alma, así como los caminos superficiales y planos.
Representa la inspiración para iniciar un nuevo proyecto, con la emoción de un niño pequeño que se sorprende al ver cada cosa nueva. Pero su imprudencia puede hacer que no mida riesgos y trate de abarcar más cosas de las que es capaz. Posee el don de la ubicuidad, pudiendo ubicarse a sí mismo en cualquier lugar de la polaridad, representando el caos y la armonía al tiempo, la inmadurez y la sensatez, la ignorancia y la sabiduría. Es el instinto que nos habla desde adentro, que muchas veces buscamos callar; pero qué sí se escucha, es posible alcanzar la libertad total y plena, para estar en un estado de conexión reflexiva con uno mismo.
A niveles muy profundos representa la búsqueda que todos tenemos de nuestro propio camino y cómo debemos ser intrépidos, perdiendo el miedo a lo desconocido, para encontrar nuevos mundos o para volver a los mundos que ya conocemos. Nos ayuda a comprender cómo debemos pensar en nosotros mismos, buscando nuestro propio camino, sin pensar en lo que piensen los demás. Es el cómo debemos ser la excepción a las reglas comprendiendo que al serlo, no las estamos negando sino que con creatividad y mente abierta lo imposible puede ser una realidad.
Ser El Loco nos ayuda a relajarnos, a estar en el ahora (no en el pasado y menos en el futuro) y a ver la vida como vida, y no como una carrera en contra de nosotros o en contra de los demás. Invita a transitar cada parte del camino sin esperar nada a cambio más que la experiencia de vivir, para no volver jamás o para regresar al punto de origen con muchas historias por contar.
Al final, el que supuestamente no sabía para dónde iba, sin prestar atención a los demás, descubrió su camino y lo recorrió; enfrentándose con lo bueno y con lo malo que se encontró. Es así cómo aprendió a escucharse sí mismo, y con inocencia y sabiduría fue capaz de llegar al final, para comenzar de nuevo desde cero.
Imperitura.
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Me gustó mucho la interpretación de esta carta ❤️ seguiré leyendo las demás
Me encanta esta descripción tan mágica del loco, me logra llevar al sentido más práctico pero más profundo de su escencia. Gracias por esta bella publicación ☺️